miércoles, 13 de mayo de 2015

Despedida reflexiva

Buenas tardes, hoy comienzo a escribir mi última entrada del blog puesto que hoy ha sido la última clase de la asignatura. El camino va terminando y pronto nos dedicaremos a pasear por la playa o a tomar el sol con los amigos.
En clase hemos visto varios vídeos emotivos, cada uno de ellos mostraba que no todos somos iguales y, por lo tanto, los niños tampoco. En ocasiones nos olvidamos de eso y exigimos a los alumnos que sean iguales. Sin embargo, lo importante es que el centro se debe de adaptar al alumno y no a la inversa. Una vez dicho esto, os mostraré los vídeos vistos en clase:

"EL CAZO DE LORENZO"


"EL VIAJE DE MARÍA"


"POR CUATRO ESQUINAS DE NADA"

En el caso del vídeo de "El cazo de Lorenzo", se muestra lo perjudicial que puede ser para nosotros nuestro pasado. Muchos niños no empatizan y, por lo tanto, no entienden algunas situaciones. En el caso de un adulto, éste posee mayor seguridad y madurez que un niño como para soportar que otra persona le juzgue por lo que no viviría esta situación del mismo modo. Un niño necesita apoyo y ayuda tanto de sus propios padres hasta de sus profesores puesto que ellos les pueden ayudar a facilitarles las cosas y a entender que no todos somos iguales y que eso no tiene nada de malo.

Por otro lado, el vídeo de "El viaje de María" muestra la importancia de la familia. Éstas, tienen que tener un hueco importante en la escuela puesto que su alianza con los padres puede ayudar mucho al proceso de enseñanza y aprendizaje del niño. Ambos tienen que hacerle ver al niño que sus diferencias y debilidades les hace especiales. Por último, se tiene que atender a todas las necesidades, evitando que algún alumno se quede atrás y que todos se sientan igual de importantes.

Por último, el vídeo de "Por cuatro esquinas de nada" también muestra que las personas no somos iguales y que lo que primero intentamos cambiar es a nosotros mismos. Esto se observa cuando los redonditos le dicen a Cuadradito que cambie para así poder entrar en la casa. Finalmente se dan cuenta de que el que tenía que cambiar no era Cuadradito si no que era la puerta por la que tenían que pasar para poder entrar, así que deciden cortar la puerta con la forma de Cuadradito, consiguiendo que todos pudieran entrar aun siendo iguales. Es un claro ejemplo de que NO ES EL ALUMNO EL QUE SE DEBE ADAPTAR AL CENTRO SI NO EL CENTRO AL ALUMNO.




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